Seguí preparando las valijas, con todos mis recuerdos y juguetes junto a mi traje de colores. Me puse una ropa casual, recogí mi pelo negro mal peinado y salí, aun con la la cara blanca, cruces en los ojos y una hermosa sonrisa dibujada color roja. Camine hasta la estación aquella donde acordamos, ya era casi la hora de partir, pero no estabas. Fui y vine de un lado a otro y nada. Me canse, entonces decidí sentarme en el suela junto a mis valijas. Como el aburrimiento me estaba ganando, me puse a jugar con mi peluca, la daba vueltas, la peinaba... hasta que me la puse al fin. Luego casi inconsciente también me puse mi traje de colores y mientras jugaba con mis pelotas de malabares.
De repente, de mi bolsillo saque la nariz roja, la mire fijo y en ella vi reflejados mis ojos vidriosos. Un cálido consuelo me lleno el alma al volver a ponerla en su lugar, agarre mis valijas, guarde mis pelotas de malabares y me fui a casa otra vez. Con el maquillaje negro corrido sobre mis mejillas rojas y un pedazo menos de corazón. Al final las caras de mi pared tenían razón, pero igual deje ahí mi cajita por si algún día llegabas a aparecer.
-Laugh to me- |
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